martes, 7 de julio de 2009

Mon journée Forrest Gump

Llegada a París,14h30, pensamiento único: ¿seguirá vivo el violoncello? Desde que bajo del avión hasta que ví aparecer el violoncello pasan unos 10 minutos, una cruel eternidad...
Al final del túnel aparece una luz... y un trasto enorme todo recauchutado en plástico para proteger mi mini-yo (aunque con el tamaño del violoncello... más vale llamarlo super-yo) en fin que aparece, pero aún queda lo más difícil. No sé si alguien ha plastificado alguna vez una maleta para viajar en el avión, después ¿cómo lo abres? a todo aquel que se le ocurra pensar en unas tijeras o cualquier otro objeto punzante, le recuerdo que están ABSOLUTAMENTE PROHIBIDAS en el equipaje de mano.
En fin, en plena búsqueda de cualquier persona que me pudiese ayudar en el aeropuerto de Paris Orly, encuentro a un buen hombre que se encarga de la seguridad quien, con una navaja suiza, me facilita bastante la tarea, aunque no me libra de darle más de un bocado al nutritivíiiiiiiiiiiiisimo plástico (aún más nutritivo cuando tienes la barriga vacía desde las 7 de la mañana) que envuelve mi cello. Como podreis imaginar estaba vivo, si no ahora mismo estaría de vuelta en casa llorando por los rincones... Después hablo con Elettra, la amiga que me acogería en París y descubro que me quedan dos horitas largas de espera en el aeropuerto. Da comienzo mi día forrest gump.
Como dos horas dan para mucho y pasear con dos maletas, un ordenador, el bolso y mi super yo (ya desprovisto del sarcófago de plástico) no es demasiado práctico pues nada, a afinar al cello, que vivo sí pero desafinado todo lo que es posible de imaginar y más. Un joven negro entra en escena, la cosa comienza bien :) se acerca y me cuenta que es músico, hablamos de como se afina el violoncello, el viaje del instrumento en la bodega del avión, etcétera, realmente no es fácil pasar desapercibida en un aeropuerto con un violoncello que te pones a afinar junto a la puerta de llegada de algún vuelo.
Finalmente, autobús aeropuerto-Paris centro, de nuevo formo un pequeño circo para cargar todo en el autobús y ya comienzo a dar pena y hacerme ayudar por diferentes personas, que se ocupan del cello mientras compro el billete, que me dejan su plaza, que bueno, una vez me han prestado su ayuda, se han convertido en mis amigos y empezamos a contarnos la vida. Sobre todo otro buen hombre francés bastante maduro (aunque no de esos maduros interesantes) que me ayuda a bajar del autobús sin que suceda ninguna tragedia y que tiene la "amabilidad" de acompañarme bajo el único árbol que da sombra en toda la calle mientras espero a mi amiga.
Una vez se va, ya había otro chico bajo el árbol de la sombra, que aprovecha la partida del primero para coger el relevo et halehops! hablando de las idas y venidas de la pequeña forrest gump española, jiji, ojalá hubiese tenido una caja de bombones.
Finalmente, llega Elettra, mon amie!

6 comentarios:

  1. Bueno, me alegro mucho de que empieces a contarnos tus experiencias. Espero que esta vez no lo abandones, eh?? Te recuerdo mi blog Hermanita de la Caridad y, también, el inspirado por ti, para todas las dudas aeronáuticas Teleazafata

    Besos!

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  2. Alicia en la Francia 2, espero que este no lo abandones y así tener un seguimiento de ti en estos dos meses. Bs nos vemos

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  3. Qué arte más grande!!! Tal y como lo ibas contando me lo imaginaba, jajaja, muy bueno. Ay!!! me abandonan siempre los mejores!! (Auxi se ha dado al fin de baja por maternidad:(...)Pero, por fin tengo sustituto!!! Yuuupiii!!! Y ya sabes, si Amsterdam no es viable, siempre nos quedará Brest!!! Coincido con los anteriores comentarios en la idea del blog...No te desanimes, aprovéchate de las nuevas tecnologías!! Un beso desde los sures

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  4. Me estoy empeñando! de verdad, voy a intentar venir aqui cada dia o cada dos dias!!! ahora trabajo menos, TENGO TIEMPO LIBRE :) Y Maripeich, no tengo el tlf de las terapeutas ocupacionales, solo tengo el de Marisa y ella sí tiene el de María si quieres te lo envío mañana por tuenti mensaje :) Gracias pequeños seguidores!

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  5. AH por cierto , lo de Aliciá, con acento no es por azar, es que aqui en Francia, mis queridos franceses han decidido por unimidad que me llamo así....

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  6. ¡Jajaja! Muy graciosa la comparación con Forrest Gamp :-). Besos.

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