miércoles, 8 de julio de 2009

bienvenida a Brest!

Eah! despues de mi maravillosa noche en el romántico tren nocturno Montauban-París, recojo mis maletas y al sr. violoncello y llego a la gare de Paris Montparnasse a las 9 de la mañana, después de haber desayunado otro croissant, es lo mejor contra la mala leche. Y, de nuevo a esperar, esta vez 3 horas más la media hora de retraso del tren.
Ahora os invito a imaginar lo divertido que resulta ir al cuarto de baño con un carrito con el cello, las dos maletas, el ordenador y el bolso! Además era un cuarto de baño hipermodernista (debí haber hecho una foto), yo diría que es la tecnología de los cohetes espaciales, me explico mejor: todo el cuarto baño en metal, yo diría aluminio, water, lavabo y "espejo" incluido, no hay grifo, ni cadena para tirar cuando uno ha acabado de depositar sus restos biológicos, el cuarto de baño es autolavable, cuando sales se limpia todo, incluido el suelo!!!
En fin, 4 horas y pico de tren EN PRIMERA CLASE (para compensar la borrachera de romanticismo de los trenes nocturnos) y llegada a Brest, la ciudad del viento, pero también de la calor de Laurence y su mamá. Super gran acogida y pedazo de cena en mi casa a las afueras de Brest hecha por mi compañera de piso y cocinera de un restaurante de gran reputación en la ciudad :) En verdad tengo 2 compis y medio en el piso, Andrea, un joven de 14 años, la mamá de Andrea y la otra mamá!
Todo es super COOL!

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